La importancia de la Adaptación

Si hay un proyecto educativo con el que en la Escuela Infantil Patufet estamos firmemente comprometidos ése es, sin duda, la Adaptación. Defendemos y defenderemos que la transición de los alumnos del ambiente familiar a la Escuela se debe hacer de manera paulatina, controlada y escalonada, para facilitar la adaptación de los pequeños a un medio que desconocen o del que se han desligado durante el período estival. 

La incorporación a la Escuela, una experiencia nueva

La incorporación del niño a la Escuela supone una experiencia nueva que puede resultar satisfactoria o frustrante. Se trata de un hecho de excepcional importancia en el camino de la socialización. En este momento emprende sus primeros contactos con la sociedad fuera de la familia. Por ello, en Patufet procuramos que esta evolución suceda de manera sana y, para ello, atendemos las necesidades afectivas que los períodos críticos de adaptación generan.  

Los niños se enfrentan no solo a un nuevo entorno, sino también a nuevas rutinas, objetos, personas… Se trata de un cambio drástico en el que dejan de ser el centro de atención y pasan a ser uno más. Se inicia o se retoma el período de socialización.

Cómo se desarrolla el período de Adaptación

El proyecto de adaptación se desarrolla de la siguiente manera:

La entrada de los niños al aula se produce de manera escalonada, con el objetivo de crear un clima tranquilo en el que los niños y niñas se sientan seguros, y las educadoras puedan atenderlos adecuadamente.

  • La primera semana, la estancia del niño/a en la escuela no supera las dos horas.
  • Durante la segunda semana y, en función de la respuesta del niño la primera semana, la incorporación puede ser total durante la mañana.

Durante el proceso todo el trabajo se orienta a que los niños y niñas acepten la separación familiar y también el consuelo y la ayuda de la educadora y sus compañeros. En nuestra Escuela, la entrada de los padres a las aulas es diaria, pero, durante el proceso de Adaptación no solo se produce el acompañamiento al aula, sino que se respeta la permanencia  de los padres durante mucho más tiempo, siempre que esto sea beneficioso para el niño.

Una vez los padres abandonan el aula, es curioso comprobar como cada año nos encontramos con las mismas situaciones:  los niños sienten necesidad de refugio, por lo que es habitual vernos en las aulas muy juntitos. El roce es necesario en esta situación de tanto desamparo inicial para los pequeños.

El período de adaptación se limita al mes de septiembre, pero eso no significa que sea algo rígido, sino que se tienen en cuenta las necesidades de cada niño/a, su propio ritmo de adaptación; porque cada niño/a es diferente y hay que respetar esa individualidad. 

En Patufet entonamos un SÍ rotundo a la Adaptación y reivindicamos medidas de conciliación laboral y familiar que permitan a los padres atender estos períodos transitorios con el amor y la tranquilidad que merecen.